viernes, octubre 30, 2009

Pasado y futuro de Erik Rubín

GUADALAJARA, JALISO.- ¿A quién le rinde cuentas una estrella de la música? Esta pregunta quedó sembrada en el alma de Erik Rubín hace años y apenas hace poco tiempo comenzó a emerger con una respuesta: Sólo se rinde cuentas a sí mismo.

Es con el disco Aquí y ahora que Rubín regresa a los escenarios. Él se dice pleno, con el alma en paz, una familia sólida y sobre todo, con su pasado procesado para propulsarlo al futuro.

Las 12 canciones que integran el disco no sólo nacieron a partir de la inspiración del músico. También surgen en un proceso evolutivo donde Erik se afianza como ingeniero de sonido y productor. Es el disco que demuestra que Rubín es un músico integral, enfocado a la creación y al “armado” del arte desde sus entrañas más tecnológicas.
En entrevista, Erik Rubín se confiesa un hombre afortunado, que ha seguido los consejos de su corazón, que enfrentó lo duro que significa ser independiente y que ahora no se molesta con la idea de ser para siempre un “Timbiriche”

-¿Cómo llega Erik Rubín a este momento profesional?
-Muy bien, muy contento. Para mí es tan importante, después de tanto trabajo y sueños, tener este disco terminado. Creo que algo muy importante ha sido la referencia de mis colegas y amigos, donde les pido su opinión sincera de mi trabajo y ellos, como yo, vemos que tengo el mejor disco de mi carrera en las manos.


-¿Es tu retrato más perfecto hasta ahora?
-Sí. Cada uno de los discos plasma el quién eres en ese momento. Este soy yo y la gente va a escuchar ahora quién es Erik Rubín.

-¿Te costó decir “ya, el disco está listo”?
-¡Sí!(risas). Nunca lo quieres dejar ir, siempre piensas en ponerle más “cerezas” al pastel. Inclusive la disquera me pidió hacer un par de rolas para regalarlas en internet. Ya lo dijo (Gustavo) Cerati, “los discos no se terminan, se abandonan”.

-En este material además de la música entras a la producción y te involucras en aspectos técnicos, ¿cómo te sentiste?

-Excelente. Jamás pensé que hubiera una sensación similar a estar sobre un escenario, esa satisfacción es muy difícil de encontrar para mí, pero la hay: El estudio de grabación. Ese lugar me regaló cosas muy especiales, se queda para toda la vida. Quiero poner un ejemplo muy simple: Muchas veces sólo vemos el árbol cuando vamos al bosque, pero si te echas para atrás verás todo el paisaje que te pierdes por una cuestión de perspectiva. La música es sólo una parte del paisaje, ahora lo sé.

-¿Te molesta a estas alturas de tu carrera la relación con Timbiriche?
-Al principio quería desligarme del grupo. Decía 'ya no soy Erik el de Timbiriche. Quiero que vean a Erik el músico'. Me costó mucho trabajo hacerlo y finalmente no lo logré. Me di cuenta que para mí Timbiriche es mi escuela, mi oportunidad y por eso me conocían, entonces no había porqué desligarme de él.

-¿Cómo podrías entonces sobrellevar esta situación?
-Con que yo haga otros trabajos basta, jamás dejaré de ser un Timbiriche y fue liberador el dejar de tratar de desligarme de algo a lo que le debo todo. Estoy orgulloso de formar parte del grupo más famoso de la historia del pop en México. Sí, fuimos un grupo que comenzamos cantando y vistiéndonos como nos decían, ¡éramos niños! Con el paso de los años todos crecimos, unos más otros menos, en la composición, la música, la producción. Es un gran orgullo que todo lo que comenzó siendo un concepto armado por otras personas terminara siendo armado por nosotros, sus integrantes.

-Además, Timbiriche sigue sonando en la radio, ¿no es algo que “ya fue”?
-No podemos hablar de pasado, una vez me lo dijo Toy Machete (productor y músico): “Es que aunque no te guste Timbiriche no se va a ir. Imagínate que mi hija me canta en un festival Tengo que decirte papá. No hay manera de escaparse de la música de Timbiriche”. (risas)

¿-Te abrió puertas para continuar como solista el haber pertenecido a la banda?
-Tan simple como esto: Estuve negociando con una disquera un año el lanzamiento del disco. Todo un año de fechas que no cuadraban, me cancelaban citas, total. Llega la nueva reunión de Timbiriche y el ejecutivo que nos atiende es el mismo al que anduve persiguiendo todo el tiempo. Así que decidí que yo mismo haría mi propia disquera. Sólo así, y a pesar de todo, no cambiaría nada de lo que me ha pasado. Nada.
Fuente: informador.com.mx

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